La verdad bíblica sobre la fe sola, las buenas obras y la salvación

6/20/2019 , 0 Comentarios


El hombre no se puede salvar únicamente por la fe. Quizás una de las personalidades más recordadas en el Nuevo Testamento es el ladrón que fue crucificado junto al Señor Jesucristo, no por ninguna otra cosa, sino por la envidiable seguridad de la salvación que, nadie menos, que el Señor Jesucristo le dio en su hora final.

¿Recuerda, al ladrón antes de morir? Creía que Jesús era el Salvador, e incluso le pidió que lo recordara cuando entrara en su reino. Y Cristo le dijo a esa petición, que estaría con Él en el paraíso.

LUCAS 23:42-43
42 Y dijo a Jesús: Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino.
 
43 Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso.

Lamentablemente, muchos predicadores han aprovechado este incidente en particular para convencer a la gente de que, para merecer la salvación, es suficiente creer y tener fe. Incluso agregan que la salvación es un regalo de Dios para el hombre, por lo que ya no es necesario que el hombre haga buenas obras para obtenerla. Nuevamente, hacen referencia a ese ladrón en particular, que no hizo nada bueno en su vida y, sin embargo, se ganó la seguridad de Cristo de que estaría con Él en el paraíso, simplemente porque creyó.

Además, de acuerdo con esos predicadores, la justicia del hombre es como un trapo sucio para Dios, citando al profeta Isaías. Por lo tanto, ninguna cantidad de buenas obras podría hacer que una persona parezca justa ante los ojos de Dios, porque su justicia es como un trapo sucio para él.

Por supuesto, esas son todas enseñanzas muy equivocadas. Por favor, permítanme aclarar este asunto.

En primer lugar, repasemos lo que dice Isaías 64:6 y veamos cómo esos predicadores malinterpretaron el versículo.

ISAÍAS 64:6
Todos nosotros somos como el inmundo, y como trapo de inmundicia todas nuestras obras justas; todos nos marchitamos como una hoja, y nuestras iniquidades, como el viento, nos arrastran.

El verso declara las palabras de las personas que fueron enterradas en iniquidades. Ellos estaban llevando a cabo su propia justicia.

Debemos darnos cuenta de que hay dos tipos de justicia en la Biblia. Hay lo que la Biblia menciona como la justicia de Dios, que es dikaiosune en griego, que significa justicia, equidad; y, por otro lado, también existe la llamada justicia del hombre.

ROMANOS 10:3
Porque ignorando la justicia de Dios, y procurando establecer la suya propia, no se han sujetado a la justicia de Dios;

Hay personas que ignoran la justicia de Dios, y en lugar de someterse a la justicia de Dios, establecen su propia justicia.

Isaías 64: 6 se refería a ellos mismos, a los israelitas, que eran transgresores de la ley de Dios. Dijeron: “Todos nosotros somos como el inmundo, y como trapo de inmundicia todas nuestras obras justas; todos nos marchitamos como una hoja, y nuestras iniquidades, como el viento, nos arrastran.”. Estaban muy, muy lejos de Dios. No tienen registro de ninguna buena acción, por lo que se comparan con las hojas que se desvanecen y el viento que pasa, pero que no deja marcas.

Ahora, comparémoslo con las palabras del apóstol Pablo en el libro de ROMANOS 3: 10-12, que dice:

10 Como está escrito: No hay justo, ni aun uno;
11 No hay quien entienda, no hay quien busque a Dios.
12 Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles; no hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno.

Estaban entre las personas que habían olvidado a Dios en sus vidas. Ninguno de ellos buscó a Dios, y ninguno de ellos comprendió (sin incluir al apóstol Pablo, por supuesto). Eran el tipo de personas cuya justicia era como trapos sucios a los ojos de Dios.

PERO SI estamos siguiendo la justicia de Dios y SI estamos sometidos a ella, ¿seguiremos siendo como trapos sucios?

MATEO 6:33, dice:

Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.

Su justicia es valiosa a los ojos de Dios si lo que está haciendo es Su justicia, en lugar de su propia justicia.

Hay una gran diferencia entre la justicia del hombre y la justicia del Señor. Hay una diferencia del cielo a tierra entre los dos.

¿Cómo considera Dios a una persona que está haciendo su propia justicia, y no Su justicia?

LUCAS 16:15, dice:

Entonces les dijo: Vosotros sois los que os justificáis a vosotros mismos delante de los hombres; mas Dios conoce vuestros corazones; porque lo que los hombres tienen por sublime, delante de Dios es abominación.

Es abominación; es como harapos inmundos ante sus ojos.

EFESIOS 6:6, dice:

no sirviendo al ojo, como los que quieren agradar a los hombres, sino como siervos de Cristo, de corazón haciendo la voluntad de Dios;

Hay hombres que complacen a los hombres que hacen su justicia, para ser vistos por los hombres. Sin embargo, lo que hay en sus corazones es abominación a los ojos de Dios.

Para llegar a una interpretación correcta de la palabra de Dios en la Biblia, se debe considerar el espíritu desde adentro de toda la Biblia. No se debe sacar nada fuera de contexto. Debe estar dentro del contexto del versículo, del capítulo, del libro y de toda la Biblia.

Hay líderes religiosos, especialmente los bautistas, que interpretan la Biblia fuera de contexto. Entonces, dicen: “Ya no tenemos que hacer buenas obras; las buenas obras ya no son necesarias porque, incluso si se hacen bien, son como trapos sucios a los ojos de Dios”. ¡Esta es una interpretación errónea de las Escrituras! NO es la verdad, y NUNCA será la verdad.

Es cierto que la fe podría salvarnos, al igual que lo que le sucedió al ladrón en la cruz: aunque era un criminal, estaba justificado por la fe que brotó en su corazón unos minutos antes de morir. Fueron sólo unos minutos antes de su muerte, no una o dos horas antes de su muerte, cuando comenzó a creer en el Señor Jesucristo. De hecho, durante sus primeras y segundas horas en la cruz, junto con el otro ladrón, también se estaba burlando del Señor Jesucristo.

MARCOS 15:32, dice:

El Cristo, Rey de Israel, descienda ahora de la cruz, para que veamos y creamos. También los que estaban crucificados con él le injuriaban.

Sólo hubo dos ladrones que fueron crucificados junto con el Señor Jesucristo. Uno estaba a su izquierda y el otro a su derecha. Basado en el relato de Marcos, él dijo "ellos", es decir, ambos se burlaron de Él y lo insultaron. Pero antes de que finalmente murieran, uno de los ladrones vio y experimentó cosas que finalmente le abrieron la mente.

En LUCAS 23:39-42, dice:

39 Y uno de los malhechores que estaban colgados le injuriaba, diciendo: Si tú eres el Cristo, sálvate a ti mismo y a nosotros. 
40 Respondiendo el otro, le reprendió, diciendo: ¿Ni aun temes tú a Dios, estando en la misma condenación?
41 Nosotros, a la verdad, justamente padecemos, porque recibimos lo que merecieron nuestros hechos; mas éste ningún mal hizo.
42 Y dijo a Jesús: Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino.

Ese fue el momento en que el ladrón profesó su fe. Él dijo: "Señor, acuérdate de mí cuando vengas en tu reino". Esa declaración fue una expresión de fe. Y eso fue suficiente para que él se salvara porque tenía sólo unos pocos minutos más de vida, y ya no iba a poder hacer nada bueno.

PERO para nosotros, quienes no estamos crucificados, ¿será suficiente con tener fe y no hacer buenas obras para ser salvos? Si sólo le queda una hora de vida después de comenzar a creer en el Señor Jesucristo, entonces su fe será suficiente para su salvación. PERO SI va a vivir otro día, otra semana, otro mes u otro año, después de creer en el Señor Jesucristo, su fe ya no será suficiente para merecer la salvación. Tiene que hacer algo aparte de tener fe solamente.

2 PEDRO 1:5-9, dice:

5 Por esta razón también, obrando con toda diligencia, añadid a vuestra fe, virtud, y a la virtud, conocimiento;
6 al conocimiento, dominio propio, al dominio propio, perseverancia, y a la perseverancia, piedad,
7 a la piedad, fraternidad y a la fraternidad, amor.
8 Pues estas virtudes, al estar en vosotros y al abundar, no os dejarán ociosos ni estériles en el verdadero conocimiento de nuestro Señor Jesucristo.
9 Porque el que carece de estas virtudes es ciego o corto de vista, habiendo olvidado la purificación de sus pecados pasados.

Después de haber sido purificados de nuestros pecados, nuestra fe debe ser seguida por la obediencia. A nuestra FE necesitamos agregarle virtud, a la virtud, conocimiento; al conocimiento, templanza; a la templanza, paciencia; a la paciencia, piedad; a la piedad, bondad fraterna; y a la bondad fraterna, caridad.

Entonces, si va a vivir otro día o más, su fe no será suficiente para que se salve. Su FE debe ir acompañada de obras de obediencia al Señor.

1 CORINTIOS 13:13, dice:

Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor.

En la Versión Estándar Revisada dice: “Así que la fe, la esperanza, el amor permanecen, estos tres; Pero el mayor de ellos es el amor." 

No decía que el mayor de ellos es la fe. ¡No! El amor es más grande que la fe, y el amor no debe estar ausente en la fe. La fe debe ir acompañada del amor y esperanza. Si se va a quitar el amor, aun teniendo fe, todavía no va a poder ser salvo.

1 CORINTIOS 13:1-3, dice:

1 Si yo hablara lenguas humanas y angélicas, pero no tengo amor, he llegado a ser como metal que resuena o címbalo que retiñe. 
2 Y si tuviera el don de profecía, y entendiera todos los misterios y todo conocimiento, y si tuviera toda la fe como para trasladar montañas, pero no tengo amor, nada soy.
3 Y si diera todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregara mi cuerpo para ser quemado, pero no tengo amor, de nada me aprovecha.

La fe no es suficiente para que una persona sea salva. En lo que respecta al ladrón en la cruz, sí, su fe fue suficiente. Ya no podía hacer nada, sólo tener fe. Ya no podía mostrar amor, ya no podía hacer buenas obras, porque no le quedaba más tiempo. Ya no podía unirse a la congregación para cantar himnos y alabanzas al Señor. Recuerde, cantar alabanzas al Señor es algo bueno a los ojos de Dios. 

SALMOS 92:1, dice:

Bueno es dar gracias al Señor, y cantar alabanzas a tu nombre, oh Altísimo;

El ladrón en la cruz, con una pierna fracturada y con las manos y los pies clavados, ya no podía hacer eso porque estaba sufriendo un dolor intenso y se estaba muriendo. Pero dado otro día, u otro mes, seguramente, ese ladrón iba a poder hacer buenas obras.

2 TIMOTEO 3:17, dice:

a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.

Dado el tiempo y la oportunidad, tenemos que hacer buenas obras. Y nuestras buenas obras, como hombres de Dios, no son trapos sucios a Sus ojos. ¿Por qué? Porque debemos hacer buenas obras con Dios, ya que no las podemos hacer nosotros solos.

FILIPENSES 2:13, dice:

porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad.

El propósito de Dios es Su voluntad. Para poder hacer la voluntad de Dios, Dios debe estar usted; Cristo debe estar usted, de lo contrario, fallará.

Como está escrito en JUAN 15: 5,

Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer.

Por lo tanto, si usted es capaz de hacer las buenas obras que Dios le mandó hacer, esa es una manifestación de que Dios está usted. Podemos hacer un buen trabajo porque Dios está con nosotros. Aparte de Él no podemos hacer nada.

Entonces, ¡cómo se atreven esas personas a decir que nuestras buenas obras son como trapos sucios a los ojos de Dios cuando estamos haciendo esas buenas obras con Él! Si la justicia que llevamos a cabo, es la justicia de Dios, y la estamos haciendo con Su ayuda, eso nunca será como trapos sucios a Su vista.

HEBREOS 6:10, dice:

Porque Dios no es injusto para olvidar vuestra obra y el trabajo de amor que habéis mostrado hacia su nombre, habiendo servido a los santos y sirviéndoles aún.

Las buenas obras hechas con amor no podrán ser trapos sucios a los ojos de Dios.

La Iglesia Bautista, cuyos pastores y líderes no quieren hacer buenas obras, malinterpretaron las Escrituras al enseñarles a sus miembros que la fe sola es suficiente; que solo la fe puede salvar, y que ya no hay necesidad de hacer buenas obras porque las buenas obras son como trapos sucios a los ojos de Dios.

Si es verdad que la fe, menos las buenas obras, es suficiente para ser salvo, ¿entonces, por qué les piden a sus miembros que den diezmos? ¿No es un buen trabajo dar los diezmos? ¿Por qué acusan a sus miembros de robar a Dios si no dan el diezmo? Esto sólo muestra cómo mal interpretan la Biblia. La interpretación es una interpretación del anticristo. Porque lo que Cristo quiere es que hagamos buenas obras mientras vivamos. Y son nuestras buenas obras las que nos capacitarán para heredar la vida eterna.

MATEO 7:24-25, dice:

24 Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca. 
25 Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca.

Es imperativo que hagamos lo que el Señor Jesucristo dijo. Usted sabe que todo lo que el Señor Jesucristo dijo y todos los ejemplos que Él estableció son todas buenas obras. Él dijo: Ama a tu enemigo. Dale algo de comer cuando tenga hambre y algo de beber cuando tenga sed. Esas son buenas obras. Y debido a esas buenas obras que usted hace, el Señor Jesucristo dijo: "cualquiera que escuche estos dichos míos, y los haga..." Es decir, cualquier persona que haga su trabajo. “... lo compararé con un hombre sabio, que construye su casa sobre una roca: Y la lluvia descendió, y vinieron las inundaciones, y los vientos soplaron, y golpearon esa casa; y no cayó...

Si los que hacen sus obras, que son todas buenas obras, son comparados con los sabios, los que no quieren hacerlas son comparados con los hombres insensatos.

MATEO 7:26-27, dice: “Pero cualquiera que me oye estas palabras y no las hace, (como los pastores bautistas) será semejante a un hombre insensato que edificó su casa sobre la arena: y cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos y azotaron aquella casa; y cayó, y grande fue su destrucción”.

Entonces, hay una gran caída que está por venir para aquellos que no quieren hacer buenas obras. En cambio, simplemente dicen: “Yo creo en ti. Te acepto como mi Señor y salvador personal. Aleluya. Simplemente doy el diezmo y seré salvo”. ¡Esas son simplemente las enseñanzas de los pastores bautistas, pero no son la verdad real en la Biblia! La verdad real en la Biblia es que tenemos que trabajar. Tenemos que hacer buenas obras para ser salvos por nuestra fe.

SANTIAGO 2:22, dice:

¿No ves que la fe actuó juntamente con sus obras, y que la fe se perfeccionó por las obras?

La fe sin obras está muerta, como está escrito en SANTIAGO 2:26:

Porque como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta.

¿Cómo se puede ser salvo con una fe muerta? La fe de la Iglesia Bautista está muerta porque ya no quieren hacer buenas obras.

Las buenas obras deben ir acompañadas de fe, y la fe debe ir acompañada de buenas obras. Son las buenas obras que usted hace, las que harán que su fe sea perfecta. ¿Cómo?

FILIPENSES 2:12, dice:

Por tanto, amados míos, como siempre habéis obedecido, no como en mi presencia solamente, sino mucho más ahora en mi ausencia, ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor,

¿Qué significa "obedecido"? Tenían que desarrollar, poner en acción sus palabras, sus mandamientos, sus advertencias y sus enseñanzas.

Realmente tenemos que trabajar, y las obras que tenemos que hacer son las buenas obras que Dios quiere que hagamos. Usted no será salvo, si no hace buenas obras.

Su fe puede ser suficiente para la salvación si va a vivir solamente unos minutos más, cuando ya no tenga la oportunidad de hacer un buen trabajo. Pero si usted todavía tiene que vivir otro día, otro mes u otro año, después de recibir la fe, entonces tiene que CRECER en Cristo. Y crecer en Cristo es aprender a hacer buenas obras, las buenas obras que el Señor Jesucristo ha ejemplificado. Y las buenas obras que usted haya hecho lo habilitarán para la salvación.

MATEO 25:32-40, dice:

32 y serán reunidas delante de él todas las naciones; y apartará los unos de los otros, como aparta el pastor las ovejas de los cabritos. 
33 Y pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a su izquierda.
34 Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo.
35 Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis;
36 estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí.
37 Entonces los justos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te sustentamos, o sediento, y te dimos de beber?
38 ¿Y cuándo te vimos forastero, y te recogimos, o desnudo, y te cubrimos?
39 ¿O cuándo te vimos enfermo, o en la cárcel, y vinimos a ti? 
40 Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis.

Entonces, aquellos que van a ser los herederos del reino del Señor Jesucristo son aquellos que hagan buenas obras. ¿Cómo se va a decir ahora que las buenas obras ya no son necesarias?

En realidad, hacer buenas obras puede ser un camino para la salvación de los hombres que no tienen fe. No tienen fe porque no se les dio la oportunidad de escuchar.

ROMANOS 10:17, dice:

Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.

No obstante, ELLOS serán aceptados como justos a la vista de Dios, el día del juicio, debido a las buenas obras que han hecho.

ROMANOS 2:13-15, dice:

13 porque no son los oidores de la ley los justos ante Dios, sino los hacedores de la ley serán justificados. 
14 Porque cuando los gentiles que no tienen ley, hacen por naturaleza lo que es de la ley, éstos, aunque no tengan ley, son ley para sí mismos,
15 mostrando la obra de la ley escrita en sus corazones, dando testimonio su conciencia, y acusándoles o defendiéndoles sus razonamientos,

El apóstol Pablo estaba hablando de las personas que no tenían fe porque NO habían escuchado la ley. (Como sabemos, la fe nace de escuchar la palabra de Dios. Romanos 10:17 dice: "Entonces, la fe viene al oír y al escuchar la palabra de Dios.)" Y si no habían escuchado la ley, no habían conocido a Jesús. Murieron sin escuchar a Jesús. Murieron antes de que la Biblia fuera impresa. Murieron en un lugar y un momento en que la Biblia aún no estaba disponible.

Pero a pesar de eso, hacen por naturaleza las cosas contenidas en la ley, es decir, hacen la bondad que está en la ley. Y por eso, son justificados.

El apóstol Pablo explicó esto más detalladamente en 1 TIMOTEO 4:10, que dice:

Que por esto mismo trabajamos y sufrimos oprobios, porque esperamos en el Dios viviente, que es el Salvador de todos los hombres, mayormente de los que creen.

Por lo tanto, existe la posibilidad de que aquellos que no creen puedan ser salvos SI, a pesar de que no hayan escuchado ninguna ley, están haciendo las cosas buenas contenidas en la ley. Entonces, aunque no hayan visto a Cristo ni escuchado Sus enseñanzas, todavía se consideran justificados debido a las buenas obras que hayan realizado, como alimentar a los hambrientos, darles algo de beber a los sedientos, vestir a los necesitados, etc., por causa de estas buenas obras serán dignos de heredar el reino de Dios.

¿Qué hay de los que se niegan a hacer buenas obras, como los bautistas? ¿Qué les dirá Cristo? 

MATEO 25:41-45, dice:

41 Entonces dirá también a los de la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles.
42 Porque tuve hambre, y no me disteis de comer; tuve sed, y no me disteis de beber;
43 fui forastero, y no me recogisteis; estuve desnudo, y no me cubristeis; enfermo, y en la cárcel, y no me visitasteis.
44 Entonces también ellos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, sediento, forastero, desnudo, enfermo, o en la cárcel, y no te servimos?
45 Entonces les responderá diciendo: De cierto os digo que en cuanto no lo hicisteis a uno de estos más pequeños, tampoco a mí lo hicisteis.

Ese es el castigo para aquellos que no quieren hacer buenas obras. Claramente, negarse a hacer buenas obras, los descalificará de heredar el reino de Dios, incluso así afirmen que tienen fe. La fe sola NO es suficiente para la salvación. No se comparen con el ladrón que fue clavado en la cruz y que el Señor Jesucristo le prometió la salvación, porque su condición era diferente a la suya. Sus manos y pies fueron clavados y tuvo unos minutos de vida, mientras que sus manos y pies están libres, y tiene toda la vida por delante para hacer buenas obras.

Si tiene fe, acompáñelo de buenas obras para merecer la salvación y también ser heredero del reino de Dios.

Hno. Eli Soriano

 [exclusión de responsabilida: Esta traducción en español: Es realizada por nuestros traductores con el máximo cuidado y lo mejor de sus capacidades. ControversyExtraordinary.com, sin embargo, no garantiza la exactitud de cualquier información traducida debido a varios factores. Cuando hay alguna discrepancia en la versión original en inglés y la versión en español, la versión en inglés siempre prevalece.]

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