El don de salvación de Dios no se vende, es gratis

9/12/2019 Cristiandad 0 Comentarios

Debido a la codicia insaciable del hombre por el dinero, ha ideado todo tipo de estafas para enriquecerse aún más, incluso si eso significaría victimizar a los pobres, los inocentes y los desprevenidos. Los que hacen esto, por supuesto, ocultan su motivo real. Los vemos disfrazados de santidad, usando la palabra de Dios como su cebo para atraer a la gente. Sí, de hecho, esta práctica es muy evidente en la religión.

Las religiones y los líderes religiosos de hoy se han vuelto tan emprendedores que nunca se quedan sin trucos y planes que tienen como objetivo engañar a las personas para que puedan acumular más y más riquezas.

Donde quiera que vaya, puede encontrar organizaciones religiosas que venden diferentes artículos como aceites de unción, aceites milagrosos, folletos de oración, escapularios, medallones, agua bendita, etc., todo lo cual promete curación, protección y liberación del mal. Esto, ahora, da a la gente la impresión de que si pagan una cierta cantidad por estos artículos, recibirían beneficios especiales. Es por eso que una persona común y corriente no podría evitar pensar si también hay una cantidad correspondiente de dinero a pagar para merecer la salvación. ¿Se vende la salvación? ¿Se puede comprar?

¡Definitivamente, la salvación no está a la venta! Es un regalo de nuestro benevolente Señor y Creador. Siendo un regalo, no la pagas. La salvación es gratis. Y no hay cantidad de dinero que pueda igualar su importancia.

Debe recordarse que cuando el Señor Jesucristo instruyó a los apóstoles a predicar el Evangelio, también les instruyó a predicarlo gratis.

MATEO 10: 7-8 dice:


La predicación de las enseñanzas del Señor Jesucristo debe hacerse de forma gratuita. Esa fue la instrucción de Cristo. Y los apóstoles hicieron lo que les dijo Cristo. Así, al predicar el Evangelio gratuitamente, ellos, en efecto, habían ofrecido a la gente la salvación que Cristo había enseñado.

2 CORINTIOS 11: 7 dice:


Nada se vende cuando se trata de la salvación del alma. Dios prohíbe vender cualquier cosa que sea relativa a la salvación.

PROVERBIOS 23:23 dice:


La verdad, la sabiduría, la instrucción y la comprensión no se venden porque son cosas sagradas que provienen de Dios, de forma gratuita.

ROMANOS 6:23 dice:


La oración "el don de Dios es vida eterna" es sinónimo de salvación. Muy claramente, la salvación es un regalo; no se vende. Se da un regalo por la amabilidad del donante.

El aceite sagrado, el aceite milagroso, el agua bendita y similares, son solo invenciones de muchas religiones para ganar dinero. Estos no pueden librarte de la perdición; Estos no pueden salvar tu alma. Si es cierto que esas cosas pueden dar salvación a las personas, implicaría que los ricos tienen una gran oportunidad de ser salvados ya que tienen el dinero para comprar toneladas de estos llamados aceites milagrosos y agua bendita. Por otro lado, también implicaría que los pobres solo tendrían una posibilidad muy pequeña de salvación ya que no tienen el dinero para comprarlos. Pero ése no es el caso. Esta es solo una de las muchas estafas y engaños en la religión, y la Biblia lo llama cebo o trampa.

Jeremías 5: 26-27 dice:


Para acumular más y más dinero, ¿qué hacen estos pastores? Según Jeremías, ". . . ponen una trampa, atrapan hombres ".

Piensan en tantas estrategias para poder atrapar y victimizar a las personas sin hacerles sospechar que todo es un engaño. Sus víctimas son comparadas con pájaros atrapados en una jaula. Normalmente, las aves no se colocarían voluntariamente dentro de una jaula porque les encanta volar libremente en vastos espacios. Pero como se les tendió una trampa, fueron capturados.

El mismo principio se aplica a los humanos. Ninguna persona en su sano juicio sería víctima de engaño y estafa. Pero debido a la carnada utilizada para él, se ha convertido en presa de su pastor codicioso que prácticamente lo ha convertido en su vaca lechera. Y estamos cien por ciento seguros de que esos pastores no son de Dios.

Simplemente verificando sus estilos de vida, podemos determinar fácilmente si un pastor o un líder religioso es de Dios o no. Si un líder religioso vive con comodidad y lujo mientras sus miembros sufren de extrema pobreza y él no los tiene en cuenta, ese pastor no es de Dios.

Los verdaderos pastores o ministros de Dios velan por el bienestar de sus miembros; se preocupan por su difícil situación. Ni siquiera comerían hasta que estén seguros de que todos sus miembros han comido. Entonces, es vergonzoso que un pastor viva lujosamente mientras que sus miembros viven en la miseria.

Tomemos el caso del pastor más rico de África. Esto es lo que dice un artículo sobre él:







Él tiene mucho en la vida; él vive en abundancia mientras muchas personas en África se mueren de hambre. Ni siquiera comparte un poco de sus riquezas con sus pobres semejantes en el continente africano. En lugar de compartir, incluso hace negocios con ellos.

Si los pastores ricos en África son verdaderamente de Dios, entonces, ninguna persona en África morirá de hambre.

Es muy triste que muchos pastores hayan hecho de la religión un medio para enriquecerse. Piensan en nada más que ganancia personal.

La Biblia los ha comparado legítimamente con perros codiciosos.

ISAÍAS 56:11 dice:


No tienen satisfacción, como perros codiciosos que nunca pueden tener suficiente. Pero en MATEO 7:15, estos pastores no eran simplemente llamados perros, sino lobos hambrientos, los más feroces entre la familia de los perros.

Estos pastores han hecho de la religión un tipo de mercancía, como está escrito en 2 PEDRO 2: 1-3,



La religión que establecieron es su mercancía. Hacen negocios con la palabra de Dios.

2 CORINTIOS 2:17 dice:


Puedes imaginar la gravedad de esa declaración del apóstol Pablo. Si durante su tiempo, ya había tantos vendedores de la palabra de Dios, espere que estos "vendedores ambulantes" se hayan multiplicado en número en nuestra dispensación. Hoy en día, hay más pastores que venden la palabra de Dios, no solo la palabra de Dios, sino también cosas, que dicen ser sagradas. Lo que es peor, también venden a sus miembros a los políticos.

En Filipinas, por ejemplo, hay grupos religiosos que venden los votos de sus miembros a los políticos. Prometen a los políticos su voto en bloque y, a cambio de sus votos, los políticos tienen que pagarles una cierta cantidad de dinero. Pero, por supuesto, solo los políticos corruptos se acercan a estas religiones; los decentes y de principios elevados no sucumbirían a este tipo de compromiso.

Pero la triste realidad es que este es el tipo de religiones que tenemos en nuestros tiempos: con fines de lucro, terrenales y engañosas. Hacen de la religión un negocio lucrativo. Entonces debes estar muy atento. Si te venden algo, que según ellos garantiza tu salvación, no les creas. La salvación es algo que no se puede comprar ni siquiera con una gran cantidad de dinero.

No lo olvides: la salvación es un regalo que el Dios Todopoderoso ofrece a las personas que buscan celosamente la verdad y realmente desean ser salvos. Y se puede lograr a través del Señor Jesucristo. Amén.

[exclusión de responsabilida: Esta traducción en español: Es realizada por nuestros traductores con el máximo cuidado y lo mejor de sus capacidades. ControversyExtraordinary.com, sin embargo, no garantiza la exactitud de cualquier información traducida debido a varios factores. Cuando hay alguna discrepancia en la versión original en inglés y la versión en español, la versión en inglés siempre prevalece.]